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Así lo han comprobado esta mañana los máximos dirigentes de las entidades que conforman la sociedad, con una visita a las obras realizada por el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; y el director general del Real Zaragoza, Fernando López. Allí han podido comprobar las tareas iniciadas en esta Fase 1A que ejecuta la UTE OHLA – Deltapunt 3000 tras adjudicarse la actuación mediante concurso público por un valor de 3.119.893,34 euros, un millón menos del tipo máximo de licitación, y bajo la dirección facultativa de las obras a cargo de Idom Consulting, Engineering, Architecture SAU.
El presidente Azcón ha celebrado el arranque de las obras, «que más que el inicio de una demolición es el comienzo del renacer de La Romareda». “La Nueva Romareda es posible gracias a la colaboración institucional, a la voluntad y lealtad de un Gobierno de Aragón y un Ayuntamiento de Zaragoza que han decidido trabajar de la mano en busca del bien común”, ha destacado.
A su juicio, «La Romareda, además de ser un lugar de culto para decenas de miles de zaragozanos, es también un motor económico que ha sido capaz de atraer a decenas de miles de visitantes y, por tanto, ha contribuido en buena medida a animar la economía local».
«Hace 67 años, el traslado desde el histórico recinto de Torrero a un nuevo gran estadio, uno de los mejores para la época, supuso un verdadero acicate para la capital aragonesa y para el club, que vio en La Romareda un vector de desarrollo», ha razonado.
Tras obtener la licencia urbanística de demolición, así como la licencia urbanística para la excavación y cimentación hasta cota cero, concedida el pasado 17 de junio en el Consejo de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, los operarios de la UTE han iniciado los trabajos operativos y logísticos este mismo lunes. Las primeras tareas se han centrado en vaciar los edificios de enseres y elementos interiores. Y, desde este lunes, se desarrolla ya el acopio de material de obra y la llegada de las primeras máquinas, y se ha procedido al vallado perimetral del espacio exterior del estadio que se verá afectado por las obras.
«La Nueva Romareda va a ser un estadio de última generación, de mayor dimensión, mucho más cómodo, que integrará la última tecnología, que tendrá un diseño espectacular y que podrá emplearse como sede para el Mundial de Fútbol, un punto que esperemos se concrete pronto», ha señalado el presidente Azcón, quien ha recordado que «se estima en 335 millones de euros el impacto económico que el Mundial tendría para Zaragoza, cuyo mercado de trabajo se vería reforzado por unos 4.200 empleos a tiempo completo».
Jorge Azcón ha matizado que «el beneficio económico de ser sede del Mundial 2030 no se quedaría tan solo en Zaragoza, sino que se extendería a otros enclaves de nuestra comunidad autónoma, como Huesca, que indudablemente cuenta con todos los requisitos necesarios para convertirse en subsede y ser base de operaciones de algunas de las mejores selecciones del mundo».
Inicio de las obras
Con el inicio de las obras, se delimitará la plataforma exterior del equipamiento desde la confluencia de Gol Sur con Tribuna Este hasta la la puerta 1, junto a la rampa de acceso al terreno de juego. La operación implicará eliminar la banda de estacionamiento regulado que hay en el frente de la plaza de Eduardo Ibarra, si bien la movilidad del tráfico en los viales públicos se mantendrá sin modificaciones.
El primer edificio en demolerse será la antigua Gerencia de Urbanismo, adosado en la zona oeste del estadio. El edificio consta de una planta sótano, una planta baja abierta configurando un porche que da acceso a las puertas de acceso al estadio, y tres plantas alzadas de oficinas. En los dos extremos de los edificios, la edificación alcanza una planta más.
Para iniciar su derribo, la UTE OHLA – Deltapunt 3000 deberá primero apuntalar la estructura para garantizar la seguridad y el control en la demolición. La intención es despejar toda esa zona y adecuarla posteriormente para facilitar, cuando empiece la competición deportiva del Real Zaragoza, el acceso de los aficionados que acudan al estadio.
De forma paralela se iniciará el desmontaje de los vidrios del edificio El Cubo y, seguidamente, se acometerá su demolición. Este inmueble es una edificación independiente, con una planta baja, de geometría circular, que sirve de acceso. Por debajo hay un sótano y por encima se levantan 5 alturas de planta cuadrada.
Por último, se acometerá la eliminación de la grada Gol Sur. El graderío está configurado por pilares, vigas y losas de hormigón armado, y la cubierta está formada por vigas con celosía metálicas voladas desde los pilares de fachada sobre las que apoya una cubierta. Las obras comenzarán con la retirada de los elementos interiores, que en este caso corresponden a todos los asientos afectados, y a continuación se colocarán las redes para eliminar la cubierta, en la que se aplicará un estricto protocolo frente a los elementos existentes con amianto. Acto seguido se demolerá la marquesina metálica y el hormigón de las gradas. Una vez eliminada la edificación de esta área, se continuará con la excavación del sótano, la cimentación y la creación de muros de contención.